Cuando te cambia la vida

¿Estamos preparados para los cambios?

A lo largo de la vida pasamos por infinitas situaciones que van moldeando la misma, y nuestra persona. Nos enfrentamos a momentos importantes que nos marcan, para bien o para mal. La vida es un camino de cambio constante. En ocasiones por elección propia, a veces no. La mayoría suceden progresivamente, sin apenas darnos cuenta, y otros se convierten en hitos que marcan nuestra historia.

Seguro que, si nos paramos a pensarlo, a todos nos vienen rápidamente a la cabeza algunos de los momentos más importantes de nuestra vida. Reconoceríamos fácilmente los más reseñables: la obtención de un título, el nacimiento de un hijo, conocer al amor de tu vida, un viaje inolvidable, ir a vivir a un nuevo lugar, o la muerte de un ser querido…son algunos de ellos.

¿Cuántas veces has sentido que ha habido un antes y un después en tu historia?

Cambiar, evolucionar, para bien o para mal, es tan inevitable como necesario. Quedarnos estancados  interiormente es casi tan imposible como  pretenderque el  mundo deje de girar. Así, en ocasiones, ante situaciones en las que no podemos seguir avanzando por cualquier motivo fuera de nuestro control, podemos ver cómo aquello que nos frena nos afecta solamente a nosotros; y vemos el mundo pasar, nadie nos espera, de nosotros depende alcanzarlo o no.
Ahora llega septiembre, y para muchos eso supone un nuevo inicio. El final de las vacaciones no solo afecta a los escolares. Muchos regresan al trabajo, a la cotidianidad de las obligaciones y demás. Hay quien toma estas fechas como el verdadero cambio de año y retoma sus «buenos propósitos» o decide crear nuevos retos. Efectivo si eres de aquellos que se deprimen un poco al volver a la rutina. O simplemente como método de motivación.

Tener el control sobre los cambios que pueda haber en nuestra vida es importante para sentirnos seguros con nosotros mismos y el porvenir. Tener la capacidad de elegir libremente la dirección a tomar es lo que nos hace libres. Por eso, cuando aparecen inesperadamente, y perdemos el control de la situación que nos rodea, puede aparecer ese sentimiento de inestabilidad e incluso miedo por enfrentarnos a lo que pueda pasar. A veces, por desgracia, no hay más remedio que enfrentarse a ello tan a menudo que te «acostumbras».

¿Estamos realmente preparados para ello? ¿Somos capaces de adaptarnos?

Todo aquello que nos sucede irremediablemente nos cambia, en mayor o menor medida, de una forma u otra. Personas, situaciones, etc… Todo forma parte de quienes somos, y nosotros mismos afectamos a otros de igual manera inconscientemente.

Siempre habrá personas a las que agradezcamos que formen parte de esos momentos de transición, así  como otras a las que todo lo contrario. Mas lo fundamental es lo que nosotros hagamos con ello.

De donde venimos influye hacia donde iremos. Mas, al final, todo está en nuestras manos.

 

 

 

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